El narcotráfico, ¿un control social?
Por otro lado la ineficiencia del gobierno y de los diferentes organismos que lo componen, no han ayudado a cambiar esta situación, al contrario, han llegado a provocar muertes de personas inocentes por la mala organización y la falta de técnicas efectivas para actuar contra este problema, sin mencionar la participación y protección que el mismo gobierno brinda a los narcotraficantes.
Como sociedad hartos estamos ya de esta situación. La poca información que los medios locales nos dan junto con el amarillismo que solo alimenta el morbo y éste pánico, han dado como resultado que la ciudadanía crea todo lo relacionado a este tema. Un ejemplo claro de esto es el tan famoso correo electrónico supuestamente escrito por el CPS (Cartel del Pacífico Sur) y que fue recibido por una gran cantidad de morelenses. La mayoría de los receptores tuvieron como primera reacción el miedo al creer instantáneamente que esto era cierto a pesar de que nadie pudo ni ha podido comprobar la procedencia de dicho correo. Y este mismo miedo es el que los mantuvo en sus casas ya que el mensaje principal de este anuncio era un supuesto “toque de queda”, algo, que por principio de cuenta, sólo puede ser implementado por el gobierno y por nadie más, en segundo lugar, en lo personal, más allá de miedo provocó en mí un gran coraje por el cinismo con el que el emisor se expresa.
Para empezar me resulta contradictorio el hecho de que estas personas se hayan tomado el tiempo de darnos explicaciones y de darnos el amigable consejo de “cuídense” y hasta darnos tips para hacerlo como: “no vistan ropa oscura”, “se les recomienda no salir” y “por favor manejen tranquilos y con precaución”, ¡qué considerados! Pero lo que más me causa molestia son las palabras: “esto va a durar poco por el "jefe de jefes", la tranquilidad regresara así como siempre lo quiso el (...) a este bello estado por que lo queremos mucho al darnos a ganar muchos millones de pesos”, y terminan con la ridícula solicitud a la población de: “pidan que todo nos salga muy bien y acabemos con estas ratas, y secuestradores...” Seguramente entre nuestras oraciones le pediríamos a Dios que, en pocas palabras, ayudara a los narcos a matar a sus enemigos, ¡por favor!, ¿cómo se atreven?.
¡Estas personas, quien quiera que sean, no tienen ningún derecho sobre nuestra libertad ni mucho menos sobre nuestras vidas!, basta ya de todo esto, y por favor, hagamos uso de nuestro criterio propio y no nos dejemos manejar como simples marionetas, no podemos detener nuestra vida y dejar que el pánico nos controle, antes bien, actuemos razonablemente, pero siempre tomemos nuestras precauciones básicas como no salir tan tarde, no andar en lugares o calles apartadas ni visitar lugares que de ante mano sabemos que son conflictivos, y muchas otras más que todos conocemos ya.
Y en lo único que estas personas tienen razón es que no debemos preocuparnos porque tarde o temprano esto tiene que acabar, sólo espero que no sea demasiado tarde, tan tarde como la toma de acciones del gobierno ante esta situación, que bien sabemos, no comenzó hace 4 meses.